¿Conoces el proceso de reestructuración y cómo funciona?
Te lo explicamos con detalle.
LA REESTRUCTURACIÓN
Aquellas medidas destinadas a la reestructuración de la empresa del deudor que incluyen la modificación de la composición, las condiciones o la estructura de los activos y del pasivo o cualquier otra parte de la estructura del capital del deudor, como las ventas de activos o de partes de la empresa y, cuando así lo disponga la normativa nacional, la venta de la empresa como empresa en funcionamiento, así como cualquier cambio operativo necesario o una combinación de estos elementos
De acuerdo con el Articulo 614 de la TRLC. "Se considerarán planes de reestructuración los que tengan por objeto la modificación de la composición, de las condiciones o de la estructura del activo y del pasivo del deudor, o de sus fondos propios, incluidas las transmisiones de activos, unidades productivas o de la totalidad de la empresa en funcionamiento, así como cualquier cambio operativo necesario, o una combinación de estos elementos".
Si una empresa presenta uno o varios de los siguientes sintomas es muy probable que necesite una reestructuración que le ayude a apaciguar la crisis que esta está sufriendo.
La fase de diagnóstico se basa en la identificación de los aspectos débiles en una empresa con el fin de diferenciar que es realmente rentable y que no, visualizar cual es el nivel de pérdidas y las diferentes posibilidades de supervivencia, en cierta manera, retomar el control financiero de la compañía. Este primer paso en una reestructuración se divide en dos fases:
Consiste en la detección de los problemas que se hayan podido originar la mala situación de la empresa, pero también, identificar los recursos con lo que se cuenta a la hora de comenzar la fase de tratamiento.
En el que se tengan en cuenta los objetivos a cumplir a corto o a largo plazo y las acciones a realizar para su consecución.
La segunda fase, la fase de tratamiento supone la aplicación del plan elaborado previamente en la anterior fase de reestructuración (Diagnóstico), el cual, permitirá a la empresa poder protegerse ante la situación actual, pero también a largo plazo frente a otros problemas que puedan surgir. Para ello, se necesita de la implicación de cada parte de la empresa, con el fin de llegar a un cambio real que nos permita salvar la empresa, cambios como la eliminación de riesgos, disminución del mercado que abarca la empresa y un aumento en la productividad.
El llegar a esta etapa supone la consecución de los objetivos marcados en el plan de reestructuración y se aproxima a una etapa de estabilidad, crecimiento y rentabilidad, por lo tanto, la empresa puede buscar una ampliación. Para ello, siempre tendremos en cuenta mecanismos de revisión, control y gestión de riesgos, que nos aporten diagnósticos continuos buscando así, priorizar la seguridad de la empresa y su evolución a futuro.
Tras el final de las 3 principales etapas de una reestructuración empresarial, ha de existir una fase continua de seguimiento o evaluación, la cual tendrá el objetivo de identificar oportunidades de mejora en el plan de reestructuración o cambios en la estructura de la empresa, siempre con el fin de asegurar la estabilidad del crecimiento empresarial.
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